24 de julio de 2013
El labrador y sus hijos
Este cuento con moraleja, nos sitúa en el plano de cómo podemos motivar a quienes están cerca de nosotros, para que podamos observar la necesidad del esfuerzo, y así obtener los mejores frutos. Espero que os guste.
Tras muchos años de duro trabajo, un viejo labrador, comenzó a notar que sus fuerzas iban mermando cada vez más. Como no quería que sus tierras fueran abandonadas tras su muerte, trazó un plan, para que sus hijos aprendieran a cuidarlas, sin darse cuenta.
Cuando tuvo todo apunto, les llamó hasta su presencia y les anunció:
-Queridos hijos míos, siento que mi fin se está acercando; id a la viña que con tanto amor llevo cultivando todos estos años y buscad aquello que escondí para cuando llegara este día.
Pensando que se trataba de un enorme tesoro, corrieron raudos y veloces al lugar que su padre les había indicado. Allí, cavaron y cavaron durante horas, hasta que no quedaba ni un solo centímetro de tierra sin remover.
A pesar de su empeño y del esfuerzo realizado, no encontraron nada que mereciera la pena vender. Apesadumbrados por el engaño de su padre, se marcharon a su casa, sin sospechar el verdadero propósito de su progenitor.
Meses después, cuando uno de los hermano pasaba por allí, descubrió que todo su trabajo no había sido en balde, ya que la viña estaba llena de apetitosos frutos, con los que pudieron enriquecerse.
Moraleja: El mejor de los tesoros, es el que se consigue con nuestro propio esfuerzo.
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