25 de noviembre de 2012

El anillo del Rey



Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
-Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre.
Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre.
La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:

12 de noviembre de 2012

La esmeralda encantada


Si prefieres oírlo, te dejo Audio en la voz de mi hermano Manolo.


Hace muchos, muchos años hubo una vez un niño que solía jugar debajo de un gran pino cercano a su casa.

Después de cada lluvia, alrededor del árbol brotaban muchos hongos, alineados en forma de circulo, que servían de asiento a un grupo de pequeños gnomos, tan chiquitos como muñequitos pero capaces de hacer cosas maravillosas.

Al poco tiempo de conocerse, el muchacho y los gnomos ya eran grandes amigos.

Francisco que así se llamaba el niño, mantenía en secreto esa amistad, porque la gente no suele creer en los gnomos, pero se divertía mucho con ellos.

Pero llego el invierno y el padre del muchacho decidió hacer leña ese pino.
Francisco le rogó de todas formas que no cortara ese árbol, ya que era la morada de sus extraños amigos, el padre acepto su pedido a condición de que Francisco se ocupara de conseguir la leña para la casa durante todo el invierno.

El chico paso ese invierno trabajando muy duro, recorriendo la comarca juntando leña para cumplir la promesa que salvaría al pino, y el padre cumplió la suya, porque así son los padres.

Llegada la primavera los gnomos se enteraron del sacrificio realizado por Francisco para salvar su viejo árbol y decidieron recompensarlo regalándole una cadena de oro con una gran esmeralda.

Esta piedra- le dijeron- tiene poderes mágicos que te darán toda la felicidad; mientras la lleves en el cuello serás amado, conseguirás para ti todo lo que quieras y llegaras a ser inmensamente rico. Para el resto de los hombres solo será una piedra, muy valiosa, pero sin esos poderes.

Muy pronto Francisco comprobó la verdad de esas palabras: tenia cuanto deseaba y todo lo que emprendía

3 de noviembre de 2012

El Buscador de la Verdad


Cuentan que un Buscador de la Verdad salió en cierta ocasión a los caminos del mundo. Y allí, en el gran cruce del mundo, interrogó a sus hermanos:

—Decidme, ¿cuál es la verdad?

—Busca la filosofía —respondieron los filósofos.
—No —argumentaron los políticos—. La verdad está en el servicio.
—Entra a las catedrales —le aseguraron los clérigos.
—Sin duda, la verdad es la sabiduría —declararon los sabios.
—-Renuncia a todo —esgrimieron los ascetas.
—Contempla y ensalza las maravillas del Señor —le anunciaron los místicos.
—Acata y cumple las leyes —señalaron los gobernantes.
—Conócete a ti mismo —cantaron los guardianes del esoterismo.
—La verdad está en los números sagrados —dedujeron los cabalistas.
—Vive los placeres —aconsejaron los epicúreos.
—Únete a nosotros —le gritaron los revolucionarios.
—La verdad es un mito —respondieron los escépticos.
—Vive y deja vivir —clamaron los existencialistas.
—El pasado es la única verdad —lamentaron los nostálgicos.

Confundido aquel humano se dejó caer sobre el polvo del camino, mientras aquella multitud se alejaba cantando y reivindicando "su" verdad.

En eso acertó a pasar junto al hombre un venerable anciano que portaba un refulgente diamante.