Hoy, 3 de diciembre, se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. De acuerdo a la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de las Naciones Unidas, entre las personas con discapacidad se encuentran aquellas que presentan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo y que, al interactuar con diversas barreras, impiden su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones que los demás. Basándose en esta definición, una de cada seis personas de la Unión Europea (UE) tiene una discapacidad entre leve y grave, lo que supone unos 80 millones de personas que, con frecuencia, no pueden participar plenamente en la sociedad, situando a este grupo con un índice de pobreza un 70% superior a la media. Por otro lado, más de un tercio de las personas mayores de setenta y cinco años sufre algún tipo de discapacidad, y más del 20% presenta capacidades muy limitadas, por lo que es previsible que estos datos aumenten debido al envejecimiento de la población dentro del entorno la Unión Europea (UE).
| Tanto en el caso de discapacidades físicas, como en el psicólogos juegan un papel fundamental. De hecho, la intervención psicológica en el ámbito de la discapacidad es uno de los sectores con mayor trayectoria dentro de la Psicología de la Intervención Social, situando al psicólogo como una figura insustituible en la mejora de la integración de las personas con discapacidad, mediante el diseño y ejecución de programas de sensibilización a la población, programas de intervención temprana, programas de inclusión escolar, laboral o social, -en sus múltiples variedades-, y muy especialmente, estos últimos años, en relación a la atención en los procesos de envejecimiento, entre otros. | de las psíquicas o sensoriales los  |
Precisamente, el pasado 15 de noviembre, la Comisión Europea presentó la nueva Estrategia Europea sobre Discapacidad 2010-2020–Un compromiso renovado para una Europa sin barreras, donde señala como líneas de acción prioritarias para mejorar la capacitación de estas personas, -"de manera que puedan participar plenamente en la sociedad, en unas condiciones de igualdad con el resto de la población"-, la accesibilidad, la participación, la igualdad, el empleo, la educación, la protección social, la sanidad y la acción exterior, -muchas de las áreas donde los psicólogos vienen desempeñando importantes funciones para este colectivo-.
En referencia a la educación, la Estrategia Europea sobre Discapacidad establece como objetivo "promover una educación y un aprendizaje permanente inclusivos para todos los alumnos con discapacidad", ya que, tal y como se señala en el documento, el fracaso escolar es especialmente alarmante en el grupo de niños entre 16 y 19 años que presenta alguna limitación; en concreto, el porcentaje de fracaso se sitúa en el 37% frente al 17% de los niños que no tienen estas limitaciones. Dada la trascendencia de estos datos, la Estrategia especifica que "la UE respaldará mediante «ET 2020», marco estratégico para la cooperación europea en educación y formación, los esfuerzos nacionales encaminados, en primer lugar, a suprimir las barreras jurídicas y organizativas que se presentan a las personas con discapacidad en los sistemas generales de educación y de aprendizaje permanente; en segundo lugar, a apoyar oportunamente una educación inclusiva, un aprendizaje personalizado y una identificación temprana de necesidades especiales; y, por último, a facilitar una formación y un apoyo adecuados a los profesionales que trabajan a todos los niveles educativos e informar sobre tasas y resultados de participación".
Por otro lado, la Estrategia también pretende potenciar la igualdad de acceso a los servicios de sanidad. Dentro de este ámbito de actuación, "la UE apoyará las medidas nacionales cuyo objeto sea proporcionar unos servicios y unas instalaciones sanitarias accesibles y no discriminatorias; fomentar la sensibilización hacia las discapacidades en las escuelas de medicina y en los planes de estudios de los profesionales de la salud; ofrecer unos servicios adecuados de rehabilitación; promover la asistencia sanitaria psíquica y el desarrollo de servicios de intervención temprana y de evaluación de necesidades".
La nueva Estrategia también contempla otras medidas encaminadas a eliminar las barreras físicas para garantizar la accesibilidad a los servicios públicos y dispositivos de apoyo para estas personas, la supresión de las trabas administrativas y de las barreras actitudinales para alcanzar su participación plena y el acceso a una ayuda personalizada, la erradicación de la discriminación por razón de discapacidad y la mejora de su integración en el mercado laboral. En todas estas tareas, el papel de la Psicología y de sus profesionales es básico, necesario e irremplazable, en el marco de una estrecha colaboración en equipos multidisciplinares.
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