14 de junio de 2012
Aprovecha las oportunidades que te da la vida
En ocasiones, a lo largo de la vida se nos ofrece la oportunidad de mejorar y de cambiar el rumbo y el recorrido que se nos proporciona, pero no siempre estamos preparados para ello. Siempre nos quedará la duda de si hemos hecho o no lo correcto, pero, si no somos capaces de asumir riegos, nos podrá pasar lo que al hombre de esta historia. ¿ A ver qué opinas?.
Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó que le
esperaba un futuro fabuloso: se le daría la oportunidad de hacerse rico, de
lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad y de casarse
con una mujer muy hermosa.
Ese hombre se pasó la vida esperando que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre. Cuando llegó a las
puertas del cielo vio al ángel que le había visitado tiempo atrás y protestó:
"Me prometiste riqueza una buena posición social y una bella esposa. ¡Me he
pasado la vida esperando en vano!".
- "Yo no te hice esa promesa"- replicó el ángel- "Te prometí la oportunidad de
riqueza, una buena posición social y una esposa hermosa".
El hombre estaba realmente intrigado. "No entiendo lo que quieres decir",
confesó.
- "¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio, pero el miedo
al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en práctica?". El hombre asintió con un
gesto.
- "Al no decidirte unos años más tarde se le dio la idea a otro hombre que no
permitió que el miedo al fracaso le impidiera ponerla en práctica. Recordarás
que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino".
- "También recordarás", prosiguió el ángel, "aquella ocasión en que un
terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas
quedaron atrapadas en ellos. En aquella ocasión tuviste la oportunidad de
ayudar a encontrar y rescatar a los sobrevivientes, pero no quisiste dejar tu
hogar sólo por miedo a que los muchos saqueadores que habían te robasen tus
pertenencias. Así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa".
El hombre asintió con vergüenza.
- "Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas, con
lo que hubieras ganado el respeto de todos ellos", continuó el ángel.
- "Por último, recuerdas aquella hermosa mujer pelirroja, que te había atraído
tanto? La creías incomparable a cualquier otra y nunca conociste a nadie igual.
Sin embargo, pensaste que tal mujer no se casaría con alguien como tú y para
evitar el rechazo, nunca llegaste a proponérselo".
El hombre volvió a asentir, pero ahora las lágrimas rodaban por sus mejillas.
- "Sí, amigo mío, ella podría haber sido tu esposa", dijo el ángel. "Y con ella
se te hubiera otorgado la bendición de tener sanos y hermosos hijos y
multiplicar la felicidad en tu vida".
A todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades, pero muy a menudo, como el hombre de la historia, las dejamos pasar por nuestros temores e inseguridades. Pero tenemos una ventaja sobre el hombre del cuento. Aún estamos vivos.
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